Una serie de explosiones sacudieron los departamentos colombianos de Norte de Santander y Cauca entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, dejando un saldo de siete heridos y daños materiales considerables. Entre los objetivos atacados se encuentran estaciones policiales y un peaje clave en la autopista que conecta Colombia con Venezuela.
Ataques en Norte de Santander:
En el municipio de Villa del Rosario, cerca de la frontera con Venezuela, se registraron cuatro explosiones. Un peaje cercano al límite fronterizo fue destruido, y un ataque con granadas a una estación policial en el barrio San Rafael, en Cúcuta, dejó a un agente herido. Otros puntos de la ciudad también fueron blanco de ataques, incluyendo un Comando de Atención Inmediata (CAI) de la Policía y una estación policial en construcción en el corregimiento La Parada.
El secretario de Seguridad de Villa del Rosario, George Quintero, confirmó la destrucción del peaje y los daños en la estación policial en construcción.
El gobernador de Norte de Santander, Juvenal Díaz, criticó la falta de acciones gubernamentales para contrarrestar la violencia en la región, afirmando que «el territorio quedó en manos de grupos terroristas».
Ataques en Cauca:
En Popayán, la capital del departamento del Cauca, dos drones armados lanzaron artefactos explosivos contra una carceleta ubicada en el barrio La Modelo. Aunque no se reportaron heridos, la onda expansiva afectó a más de 20 viviendas y locales comerciales cercanos.
El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, instó al Gobierno central y al Ministerio de Defensa a adoptar un «enfoque diferencial» para atender la seguridad en el departamento y evitar una escalada de violencia y crisis humanitarias. La Alcaldía de Popayán llamó a la calma a la población y confirmó la presencia del grupo antiexplosivos de la Policía en el lugar.
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Contexto de la violencia:
Estos ataques se producen en medio de un recrudecimiento de la violencia en la región del Catatumbo.
Los enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC han generado una crisis humanitaria con más de 50.000 desplazados.
La situación en Norte de Santander y Cauca se suma a la compleja problemática de seguridad que vive Colombia.
La zonas de conflicto y con presencia de grupos armados y organizaciones criminales.