En la ciudad saudita de Riad, se llevó a cabo una nueva ronda de negociaciones entre las delegaciones de Rusia y Estados Unidos, con el objetivo de buscar una solución al conflicto ucraniano. Las conversaciones, que se extendieron por más de diez horas y contaron con tres pausas, marcaron un esfuerzo diplomático significativo en medio de la creciente tensión en la región. Según Grigori Karasin, jefe del Comité para Asuntos Internacionales del Consejo de Federación de Rusia, esta ronda de negociaciones entró en su fase final.
Durante las negociaciones, se informó que las delegaciones de ambos países trabajaron en la redacción de una declaración conjunta sobre los resultados de las conversaciones. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aclaró que no se prevé la firma de ningún documento oficial tras las consultas celebradas en Riad.
Esta aclaración sugiere que, aunque se lograron avances en la discusión, aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo. Cabe destacar que estas negociaciones se producen después de una conversación telefónica entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump, en la que Putin aceptó la propuesta de Trump de introducir un alto el fuego de 30 días en los ataques a infraestructuras energéticas de Rusia y Ucrania.
Además del conflicto ucraniano, las negociaciones también abordaron el tema del acuerdo de granos, firmado en Estambul en julio de 2022. Rusia ha denunciado en repetidas ocasiones que el acuerdo se ha cumplido de manera desigual, beneficiando principalmente a los países occidentales en lugar de a las naciones necesitadas. Esta situación llevó a Rusia a oponerse a la prórroga del acuerdo en julio de 2023.
Este nuevo intento de diálogo refleja la complejidad del conflicto ucraniano y la dificultad para alcanzar una solución duradera. La comunidad internacional observa atentamente estos esfuerzos diplomáticos, con la esperanza de que puedan conducir a un cese de hostilidades y a una resolución pacífica del conflicto.