En el barrio de San Carlos, en Santo Domingo, hay un lugar que le dicen «Pequeño Haití». Últimamente, algo raro está pasando en sus calles. La gente dominicana que vive allí prefiere quedarse callada. Tienen miedo de que los haitianos se molesten si cuentan lo que ven. ¡Es como si hubiera un secreto!
Pero los haitianos tampoco hablan mucho. ¿La razón? Muchos no tienen sus papeles en regla. Por eso, si dicen algo, los agentes de Migración los pueden detener fácilmente. ¡Es como si estuvieran jugando a las escondidas!
Si caminas por el «Pequeño Haití», notarás que hay menos haitianos que antes. Parece que el miedo los está alejando.
Un reportero de un periódico fue a ver qué pasaba en el mercado de las flores. El lugar estaba más tranquilo de lo normal y no había tantos extranjeros como siempre.
Cuando el reportero intentó preguntar a la gente, ¡nadie quería hablar! Los dominicanos decían «no sé nada» o «no puedo decir nada». ¡Como si tuvieran un código secreto!
Pero algunos dominicanos contaron en secreto que la policía de Migración está haciendo muchas redadas. Esto hace que muchos haitianos se vayan por su cuenta a su país, ¡para evitar que los agarren! Otros se esconden en casas y pensiones. ¡Como si fueran fantasmas!
Una señora que vive allí dijo que las reglas de Migración deben ser justas para funcionar. Ella contó que muchos haitianos que la policía atrapa, ¡vuelven al «Pequeño Haití» después de pagar dinero para que los suelten! A ella no le gusta eso. ¡Es como si las reglas no sirvieran!
El «Pequeño Haití» ahora es un lugar silencioso y lleno de gente preocupada. El miedo hace que todos se callen. ¿Qué pasará después? ¡Es un misterio que esperamos resolver en El Veraz RD!